S.O.S. TIROIDES

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¿De qué hablamos cuando hablamos de tiroides?

Todos tenemos glándula tiroides. Se encuentra en la base anterior del cuello, con dos lóbulos a cada lado de la tráquea, que normalmente no son palpables.

Esta pequeña glándula en forma de mariposa tiene un rol relevante en nuestra fisiología, dado que las hormonas que produce, T3 o triiodotironina y T4 o levotiroxina tienen receptores funcionales en todo el organismo, de modo que lo que ocurra a nuestra tiroides será vital para el ovario, el cerebro, el intestino, el corazón y para cada parte que conforma el todo.

Cuando hablamos de tiroides en general nos referimos a alteraciones en su función: trabajando en menos, lo que se llama HIPOTIROIDISMO, o en más o HIPERTIROIDISMO. En prevalencia es mucho más frecuente el hipotiroidismo que el hipertiroidismo.

La glándula tiroides es quien pone el “tono motor” de nuestro organismo, regulando la tasa metabólica, por eso cuando nuestra tiroides trabaja menos pueden presentarse fatiga, cansancio, sueño en exceso, tendencia al aumento de peso, constipación por disminución de la motilidad del intestino, edemas, dolores musculares y  cefalea, entre los síntomas más frecuentes. Hay una percepción general de una falta de energía vital, como si la “máquina” trabajara lento…

Por el contrario, los síntomas más frecuentes del hipertiroidismo son temblores, palpitaciones, taquicardia, diarreas, insomnio, pérdida de peso, en respuesta al aumento de ese “tono motor” basal, como si el motor trabajara a más revoluciones de lo normal. El hipertiroideo está “acelerado”!

Una causa muy frecuente de disfunción tiroidea es la inflamación originada por auto anticuerpos, o sea anticuerpos fabricados por el propio organismo que atacan la glándula tiroides como si fuera un elemento extraño o no reconocido por nuestro sistema de defensa inmunológico. Es la llamada TIROIDITIS DE HASHIMOTO. Hoy se sabe que la síntesis de anticuerpos antitiroideos está muy relacionada a factores dietarios, algunos tóxicos que actúan como disrruptores hormonales y el papel trascendental que tiene la microbiota intestinal.

Es fundamental que ante la presencia de estos síntomas el médico haga diagnóstico dado que otras situaciones pueden generar cuadros clínicos parecidos.

También es importante el abordaje integrativo dado que muchos cuadros son suplementados innecesariamente con hormonas, sin evaluarse y potencialmente tratarse las CAUSAS que llevaron a la tiroides a su mal funcionamiento. En tiroiditis de Hashimoto la primera medida terapéutica hoy en día es quitar el gluten de la dieta y recomponer la microbiota intestinal.

Otros cuadros de disfunción tiroidea podría subsanarse con una biorregulación desde un abordaje integrativo donde con ayuda de la TERAPIA NEURAL y TERAPIA ORTOMOLECULAR con aporte de minerales, vitaminas y oligoelementos más sustancias naturales hormono símiles podemos volver al normal funcionamiento del eje tiroideo sin necesidad de tratamiento crónico de suplementación por vía oral.

TIROIDES REGULADA, SALUD INTEGRAL!

 

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