La información de la energía que regula el funcionamiento del cuerpo humano puede ser leída, graficada y almacenada por un dispositivo de diseño ruso conocido con el nombre de METATRÓN. Las ondas graficadas permiten establecer patrones de normalidad y los modelos de disfunciones que caracterizan las enfermedades. Como la energía puede modificarse en cantidad y sentido (positivo-negativo) gracias a la tecnología electrónica, el dispositivo analiza la situación con modelos computacionales y genera un cuanto de energía “a medida” para corregir y modificar los desórdenes previamente detectados.
Otra característica de ésta tecnología consiste en el empleo del efecto amplificador de la resonancia magnética que permite obtener resultados óptimos aún con pulsos de energía de muy baja intensidad constituyendo un método muy seguro y libre de efectos adversos. Por ello puede emplearse en niños, embarazadas, ancianos y adultos.
Esta modalidad terapéutica nos permite fortalecer las zonas de deficiencia de energía mediante la inyección de ondas sincrónicas con el modelo de funcionamiento normal, o
“grabar” ” la información ideal del funcionamiento (tomados de los patrones embrionarios normales) en aquellos casos donde la información se haya dañado o perdido (senilidad, trastornos cronificados, órganos trasplantados. Parálisis, parestesias, etc.).
Consiste en el empleo de impulsos electromagnéticos para modificar la energía que controla y activa los órganos y tejidos biológicos con fines terapéuticos.
Otra ventaja es que en una acción sinérgica con nuestra biología, una vez identificadas las noxas patógenas (virus, bacterias, parásitos, etc.), se los pueden irradiar negativamente para causarles un desorden electromagnético que los debilite facilitándole a nuestro sistema inmunológico una acción más eficiente.
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